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La falta de congruencia de los exquisitos de la lengua que muchas veces no saben escribir ni su nombre se volatiliza cuando dicen vacaciones no vacación, portaviones no portavión, por ejemplo. Quisquillosos, se han de seguir protegiendo de los virus con un cubreboca, no con un cubrebocas; han de cumplir orden, no órdenes; y cuando se emborrachan se han de poner hasta la manita, no hasta las manitas; hacen la paz, no las paces; todo, jalado de los pelos (no del pelo).

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Carlos López